miércoles, 14 de septiembre de 2011

EVOLUCION ECONÓMICA DEL ECUADOR



La economía de Ecuador es la octava más grande de América Latina después de las de Brasil, México, Argentina, Colombia ,Venezuela, Perú y Chile .
A principios del siglo XXI Ecuador se distingue por ser uno de los países más intervencionistas y donde la generación de riqueza es una de las más complicadas de Latinoamérica. Existen diferencias importantes del ingreso donde el 20% de la población más rica posee el 54,3% de la riqueza y el 91% de las tierras
productivas. Por otro lado, el 20% de la población más pobre apenas tiene acceso al 4,2% de la riqueza y tiene en propiedad sólo el 0,1% de la tierra. Existe cierta estabilidad económica pero con bases débiles y de forma forzosa. En contraposición Ecuador está ubicado geográficamente en la línea ecuatorial que le da su nombre lo cual le permite tener un clima estable casi todos los meses del año con las consecuencias
positivas para el sector agrícola; posee petróleo en cantidades que si bien no lo ubican como un país con grandes reservas, las tiene suficientes para su desarrollo, sin embargo, hay gobiernos anteriores que no aprovecharon para el mismo. Tiene importantes reservas ecológicas y turísticas en cuyo aprovechamiento puede estar el sustento para el progreso. El Ecuador realizó negociaciones para la firma de un Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos, con una fuerte oposición de los movimientos sociales ecuatorianos. Con la elección del Presidente Correa, estas negociaciones fueron suspendidas. Se ha logrado la extensión de las Preferencias Arancelarias Andinas (ATPDEA) hasta febrero del 2008.
Ecuador ha negociado tratados bilaterales con otros países, además de pertenecer a la Comunidad Andina de Naciones, y ser miembro asociado de Mercosur. También es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), Corporación Andina de Fomento (CAF), y otros organismos multilaterales. En noviembre de 2007, Ecuador se convirtió nuevamente en miembro pleno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la cual se había ausentado por 14 años. Ese mismo año se creó la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), con sede en Quito, y cuyo primer Secretario General es el ex Presidente ecuatoriano Rodrigo Borja Cevallos. También se ha estado negociando la creación del Banco del Sur, con seis otras naciones sudamericanas. 

Historia económica
Independencia
La Independencia de Ecuador se escojio con varios intentos por parte de los criollos europeos -son la clase dominante de hispanoamérica- para conseguir el poder, debido a que recibían un trato discriminatorio en el comercio y en el acceso a los cargos coloniales. En la Independencia de Ecuador se pueden distinguir tres momentos significativos, el primero de 1808 a 1812, el segundo de 1812 a 1820 y el tercero de 1820 a 1822. Los criollos se aprovecharon de la debilidad de España a causa de la invasión napoleónica en la Península Ibérica, para tratar de sustituir a los Virreyes nombrando Juntas que gobernarían a nombre del "Monarca Legítimo". En 1808 se hizo un primer intento de este caracter, pero fracasó. Los conspiradores volvieron a integrar la Junta Soberana el 10 de Agosto de 1809, conocida como Primer Grito de la Independencia, en este Día, nombraron como Presidente al Marqués de Selva Alegre, esta Junta también duró poco, el fracaso se debió al escaso apoyo popular que logró el movimiento. En 1812 las fuerzas españolas tenían al país nuevamente controlado. De 1812 a 1820 en La Real Audiencia de Quito se vivió una tensa calma, durante estos años los impulsos independentistas fueron madurando, ahora se pretendía la total autonomía. A Guayaquil, ciudad habitada por comerciantes, llegaban noticias de los triunfos de Simón Bolívar y José de San Martín en el Cono Sur (el resto de países de América del Sur). Es así como Guayaquil proclama su Independencia el 9 de octubre de 1820, José Joaquín de Olmedo fue la gran figura de este acontecimiento, los movimientos continuaron en el interior y el 3 de noviembre del mismo año 1820 Cuenca también proclamó su independencia. Más tarde el ejército guayaquileño recibió una derrota y recibió refuerzos de Simón Bolívar, delegando al General Antonio José de Sucre para que dirija las operaciones y se encargue de gestionar el ingreso de Guayaquil a Colombia, Sucre se dirigió a la Sierra hasta llegar a las faldas del Volcán Pichincha (cerca de Quito), y el 24 de Mayo de 1822 se enfrentaron los dos ejércitos, siendo derrotados los realistas, la Batalla del Pichincha es la que culminó con el curso de la independencia ecuatoriana.
Los territorios de Quito y Guayaquil (Cuenca ya lo había hecho antes) pasaron a formar parte de la Gran Colombia con el nombre de Distrito del Sur. En 1830 con la disolución de la Gran Colombia, Ecuador pasó a ser un Estado independiente, su primer mandatario fue el General venezolano Juan José Flores. 
Ecuador, como todos los países de América Latina se independizó porque querían tener poder político y libertad para desarrollar sus actividades económicas, los criollos consideraban injusto estar excluidos de la política y de las decisiones económicas. Pretendían conservar y mejorar su estatus. Entre los costes de la independencia podemos destacar la pérdida de vidas humanas, es un país que nace pobre, endeudado . No hubo cambios en la estructura administrativa .Tampoco hubo cambios sociales para las llamadas castas: criollos, mestizos, mulatos, ni para los indígenas y esclavos negros, empobrecimiento de muchas regiones, no podían competir con las industrias de Europa. Como beneficios, desapareció el monopolio comercial, el proteccionismo, cambios políticos, acceso a los mercados internacionales de capital, control de las exportaciones e importaciones.

Convergencia en el largo plazo
Para analizar los Índices de Convergencia de Ecuador se han tomado los datos de MADDISON, A. (2008), The World Economy year 0-2006, Paris: OECD Development Centre Studies, se han comparado con los 8 países más influyentes de América Latina y se puede decir que hay una cierta convergencia , por tratarse de economías parecidas, la situación con Estados Unidos, es muy distinta ya que se trata de una economía totalmente industrializada que crece a unos niveles superiores y la divergencia es muy clara desde 1980 en adelante, por el contrario, la industrialización en Ecuador es escasa, dirigida por el Estado. Con respecto a España hay convergencia durante los años (1941 -1960), coincidiendo con el franquismo, ésta fue una etapa de muy bajo crecimiento para España, pero a partir de 1960 empieza la expansión económica del país mediterráneo y se puede observar que la divergencia es cada vez mayor, respecto al País Andino, el crecimiento de la economía española se ve acentuado en 1986 con la adhesión de España a la Comunidada Europea. 

La era de las exportaciones: socios comerciales
Las exportaciones de Ecuador son el primer motor de crecimiento de la economía desde finales del siglo XIX hasta la Gran Depresión, Ecuador, obtiene sus ingresos basados en la exportación de dos productos primarios cacao principalmente y café, esto perjudica a la industrializacíon porque no se plantean alternativas. Con datos de STATISTICAL ABSTRCT for the principal and other foreign countries, durante el periodo 1907-1918, crecen las relaciones comerciales con Francia, Estados Unidos, Gran Brataña y Alemania. Las exportaciones con estos países ocupan entre el 70 y 80% del total, siendo básicamente productos agrícolas: cacao 64,1% y café 5,4%,( Fuente: Libro de Thorp. Progreso, Pobreza y Exclusión), de este modo la economía creció, pero se volvió más dependiente del mercado internacional. El crecimiento fue extensivo, es decir, la economía crecía sencillamente al incorporar más tierra y mano de obra. El tamaño pequeño de Ecuador (en 1900 tenía un millón de habitantes)y la fragmentación de los mercados lo condenaron a perder muchos de los beneficios que produjo el auge de la exportación. Las exportaciones con Estados Unidos crecen enormemente a partir de 1916 y pierde comercio con los países europeos.
En 1913 el 64% de las exportaciones era de cacao lo que le convertía a Ecuador en una economía monoexportadora, depende casi totalmente de la producción de cacao, ello supone un gran riesgo para los países que se especializan en la producción y exportacion de productos primarios ya que se vuelven muy vulnerables a altibajos debido a que sus economías dependen de la demanda mundial. Con la llegada de la Primera Guerra Mundial caen las exportaciones, a esto se suma el aumento de la producción de cacao en África, el descenso de la productividad a causa de la menor fertilidad de las tierras, plagas en las plantaciones de cacao. A finales de 1915 hasta 1916 las exportaciones vuelven a  crecer notablemente debido al aumento del comercio con los Estados Unidos.En 1917 con la crisis cacaotera y la caída de precios a nivel mundial, las exportaciones vuelven a sufrir otro golpe y descienden nuevamente.
Los principales productos exportados por Ecuador durante el periodo de estudio eran el cacao con un 64% y el café con 5,4%. Esto nos muestra la reducida gama de productos de exportación que tenía Ecuador. Esto es lo que nos refleja la siguiente tabla de datos. 


Los principales socios comerciales de los productos exportados por Ecuador eran: Reino Unido, Francia y Estados Unidos.Podemos observar en el gráfico que al principio del siglo XX era Francia el país comprador por excelencia con un valor de 35%, seguido de otros países, Estados Unidos y en último lugar Reino Unido.
No obstante esto va a sufrir un cambio drástico en 1914 principalmente a consecuencia de la primera Guerra Mundial; donde vemos como Francia baja notoriamente sus compras y así también las de otros países. Por otra parte llama nuestra atención el gran aumento que se produce en el total de las exportaciones, pero en este momento el gran socio comercial será Estados Unidos con unas exportaciones del 77%. 

LA ÉPOCA CACAOTERA


Antecedentes Históricos



El Oro se destaca
por su
biodiversidad
agrícola, siendo el
cacao uno de los
productos que en
principio destacó.


Aunque el cacao influyó necesariamente sobre la vida económica ecuatoriana en general, el incremento de sus exportaciones condujo, no cabe duda, a una mayor especialización económica regional. Mientras en la costa la economía se orientó fundamentalmente a su producción y exportación, en la sierra (centro-norte y sierra-sur) la hacienda continuó siendo la forma productiva predominante. Ambas regiones presentaban rasgos económicos singulares, ya que la producción hacendataria del centro sirvió fundamentalmente para abastecer las necesidades del mercado interno, en cambio, el sur logró en algo articular su economía al mercado internacional, a través de la exportación de productos artesanales como los sombreros de paja toquilla y la tagua. Estas diferencias muestran que el país coexistían economías que generaron un desarrollo dispar al interior del mismo.

 
Bajo estas circunstancias, las diferencias entre las élites regionales se polarizaron. Mientras la oligarquía costeña buscaba asegurar condiciones propias para su articulación con el mercado internacional, los terratenientes serranos intentaban mantener el predominio hegemónico de la hacienda e impulsar la incipiente rama artesanal que exigía que desde el Estado se establezcan políticas proteccionistas, al mismo tiempo que luchaban por mantener el control de la fuerza de trabajo, en un momento en que gran cantidad de campesinos serranos, huyendo de la sujeción a la hacienda, emigraban hacia el litoral a enrolarse como fuerza de trabajo en las plantaciones cacaoteras.
 
En esta condiciones, el progresismo favoreció la adecuación de la estructura económica del país a las exigencias de la economía agroexportadora costeña, demandadas no sólo por los élites del litoral, vinculadas a esas actividad, sino por los grandes centros de comercio internacional. En este sentido, el capital inglés, que a lo largo del siglo XIX controló gran parte del comercio exterior ecuatoriano, jugó un papel fundamental. Y es que las empresas financieras inglesas, que se relacionaron con cosas comerciales de Guayaquil, convirtiéndose en agentes intermediarios a través de los cuales se revendía el cacao a los diferentes mercados europeos, obtenían el cacao a los diferentes mercados europeos, obtenían lucrativos beneficios por el concepto de la reventa del producto. El capital inglés estaba entones muy empeñado en que se crearan las condiciones nacionales apropiadas para el desarrollo de esta lucrativa actividad que no sólo reclamaba que los propietarios de las grandes haciendas cacaoteras aumentaron la oferta de productos, frente a la demanda internacional, sino que se creara una estructura vial, comercial y bancaria que facilitara dicho intercambio con el exterior.
 
Así, frente a las nuevas condiciones económicas nacionales e internacionales, y presionado por el capital inglés, los gobiernos progresistas pusieron en marcha una política económica aperturista y librecambista, que se concretó durante el gobierno de Flores, en la supresión de diezmo, el arreglo de la deuda externa y los contratos del ferrocarril, medidas que no satisfacieron los intereses de los terratenientes serranos ni de la Iglesia, que se ubicaron en la oposición, en su afán por detener un proceso que bajo las condiciones nacionales e internacionales imperantes no podía dar marcha atrás.
 
El progresismo: aspecto ideológico

Ahora bien, si en el aspecto económica el Ecuador orientó fundamentalmente su economía al comercio internacional, en el aspecto político esta fue una fase de consolidación de tendencias ideológicas fundamentales, cuyos antecedentes están relacionados con el proyecto cuyos antecedentes están relacionados con el proyecto de la derecha, y en reacción a su aplicación, la definición ideológica de los sectores de oposición (Ayala:1978:151). En el marco de este proceso, en 1883, los conservadores se organizaron bajo la Sociedad Católica Republicana, y, en 1895, bajo el Partido Conservador Ecuatoriano. Por su parte, los liberales fundaron el Partido Liberal (1889) y los progresistas la Unión Republicana (1889). Entre los conservadores y los liberales radicales, grupos políticos inconciliables, estaban ubicados los progresistas, cuyo objetivo fundamental se planteó en términos de reducir la influencia política ideológica de la Iglesia, aunque, a diferencia de los liberales radicales, se oponían al principio de la total separación entre el poder civil y eclesiástico. En este sentido, la oposición a la supresión del diezmo no obedeció a exclusivas razones de orden económico; detrás de este medida la Iglesia y los conservadores vieron con preocupación que se les estaba quitando el control sobre instancias de poder como la salud y la beneficencia, sobre las que el diezmo les daba la posibilidad de actuar. Como vimos, fueron los progresistas los que llevaron sucesivamente al poder a Caamaño, Flores y Cordero, quienes se declararon manifiestamente miembros de esta agrupación política.
 
Una vez en el poder los progresistas intentaron distanciarse del unitarismo y del centralismo a ultranza promovido por el garcianismo. Fieles a su centrismo ideológico, optaron por una fórmula media, mediante la cual dieron al Ejecutivo amplias facultades sobre la provincia, aunque constitucionalmente limitaron la autoridad presidencial (Maiguashca:1994:365). En el caso de Flores, ese unitarismo intermedio le llevó en diversas ocasiones a amenizar al Congreso con su renuncia, sino se le permitía poner en práctica su programa económico modernizante.
 
Durante la dictadura militar de Veintimilla las ideas unitarias prevalecieron, ya que pese a que desde el orden constitucional se intentó descentralizar las funciones del Estado, bajo las circunstancias políticas dictatoriales impuestos por el General, ese nuevo orden no fue respetado, y por lo tanto cualquier nuevo empeño legal tendente a la descentralización institucional que el Estado garciano logró establecer, en la práctica, no tuvo ningún resultado (Maiguashca:1994:365).
 
El progresismo, que como vimos creó condiciones internas favorables hacia la inserción del Ecuador a la economía mundial, impulsó el surgimiento de nuevos sectores económicos y sociales ­la burguesía comercial y bancaria de Guayaquil­ quienes, opuestos a las ideas de los conservadores, y bajo las nuevas condiciones económicas, requerían que en el país se den cambios estructurales económicos e ideológicos más profundos. Bajo se auspicio entonces estalló la Revolución Liberal que llevó al poder a Eloy Alfaro. De esta manera, el Progresismo había también creado las bases para que se produzca la gran transformación liberal.

En la segunda mitad del siglo XVI fue tan rentable el negocio del cacao que atrajo el interés de empresarios guayaquileños de cultivar este producto, a pesar de las prohibiciones establecidas mediante las Cédulas Reales. En 1623, el Corregidor de Guayaquil, don Diego de Portugal,informa a la Corte de España que había un gran número de plantas sembradas en la provincia y que su producto era comercializado clandestinamente desde Guayaquil, primero por Acapulco y posteriormente, por prohibiciones desde España, salía por los puertos de Sonsonate en Nicaragua, Ajacutla y Amapala en Guatemala.
La producción y comercio clandestino desde Guayaquil en vez de detenerse, siguió en aumento, pero esta vez con envíos a Acapulco desde el Callao, lo cual motivó que el Cabildo de Caracas entre 1593 a 1778 elevara quejas y solicitudes al Rey y las Cortes para parar la producción y el negocio de cacao en Guayaquil, pero sin tener éxito. Finalmente, en 1789, el Rey Carlos IV permitió, mediante Cédula Real, el cultivo y exportación de cacao desde la costa ecuatoriana. Según fuentes históricas, desde principios de 1600 ya habían pequeñas plantaciones de cacao a orillas del río Guayas y se expandieron a orillas de sus afluentes el Daule y el Babahoyo, ríos arriba, lo cual originó el nombre de cacao “Arriba” en el mercado internacional, que va ligado a su denominación de origen.

La variedad que da origen a este cacao se denomina nacional y botánicamente pertenece a los
denominados forasteros amazónicos.
La variedad nacional, productora del cacao arriba y reconocido mundialmente por su aroma floral, es producido exclusivamente por Ecuador.
Las estadísticas muestran datos de producción del período colonial (1600-1820). En 1630 ya se registraron envíos de hasta 40.000 fanegas (110 libras), creciendo en 1775 a 50.000 cargas (81 libras); en 1809 aumenta la producción a 150.000 quintales y llega en 1821 a 180.000 quintales.
Estos datos indican que, durante la colonia, pese a las prohibiciones reales, hubo un importante incremento de áreas de siembra y exportación de cacao, la mayor parte por vía de contrabando. Durante los años de lucha por la independencia (1800-1822), la producción de cacao fue la fuente más importante para su financiamiento. Significaba entre el 40 al 60% de las exportaciones totales del país y pagaba hasta el 68% de los impuestos del Estado. 

EL FIN DE LA BONANZA CACAOTERA A LA CRISIS PROLONGADA

Los primeros síntomas de la crisis del cacao se sintieron en 1914. Cuando se inició la primera guerra, se cerró el puerto de Harnburgo, por donde entraba a Europa parle significativa del cacao ecuatoriano. Simultáneamente se debilitaron los precios del cacao. En ese mismo año, el gobierno prohibió la exportación de varios productos destinados al mercado interno, para impedir la salida de éstos en medio dc la guerra y no dar espacio a problemas de desabastecimiento. Con esto aseguraba la reproducción de la fuerza de trabajo en condiciones beneficiosas para los grupos dominantes. Por otro lado, la prohibición de importaciones de otros tantos artículos dinamizó de alguna manera la actividad productiva local; las compras externas, de todas formas, se vieron di ficultadas por la propia conflagración internacional. A esto se sumó la drástica caída del financiamiento del comercio exterior con los países de América Latina durante el conflicto mundial. Los Estados Unidos salieron fortalecidos de dicha guerra. Si bien no intervinieron activamente en la política internacional de la posguerra, en la medida que se impuso la línea aislacionista, comenzaron a desempeñar un papel protagónico en el campo económico, en tanto Gran Bretaña era desplazada de algunas regiones del mundo, como América Latina. El capital norteamericano, presente en la región desde años antes, empezó a ocupar las posiciones de las inversiones y empréstitos ingleses y de otros países europeos. El eje capitalista mundial se desplazaba de Londres a New York. Y la dependencia ecuatoriana acentuó su vulnerabilidad externa al concentrar nuevamente y en mayor medida que antes sus ventas y también sus compras en un solo país: los Estados Unidos. Posteriormente, entre 1920 y 1921, se registró otra etapa crítica en la región, con una duración mucho mayor en el Ecuador. que fue afectado por problemas de largo aliento en la produ. ción y exportación de cacao. La crisis económica, que empezaba a gestarse con los estragos de la guerra internacional y con el levantamiento armado de casi cuatro años, en Esmeraldas y Manabí, liderado por Carlos Concha -portaestandarte de las ideas alfaristas-, creó las condiciones para que los billetes sin respaldo inundaran la economía y se empezara a vivir un creciente proceso inflacionario, Mientras que el Estado aumentaba su dependencia crediticia y también política frente a las entidades financieras. Firmada la paz en Europa, la situación del caco ecuatoriano se complicó más con el aparecimiento de nuevos países exportadores de la fruta o sea más competidores. Esta mayor competencia provocó un exceso de oferta que redujo notablemente los precios. con el consiguiente deterioro de tos términos de intercambio ante el incremento de los precios delosproductos importados. . Al iniciarse los años veinte. los ingresos por las ventas de cacao bajaron drásticamente: en 1920 el precio del producto cayó en el mercado de Nueva York, de'i6,76 dólares a 12,00 dólares el quintal, para llegar en 1921 a 5,75 dólares. A la caída del precio se sumó la disminución de la producción, afectada por las plagas de la monilla, que apareció en 1917, Yde la escoba de bruja, más devastadora-que la anterior. Los problemas ambientales h'!1l sido acompañantes inseparables de las crisis ecuatorianas: inundaciones, sequías, contaminaciones o plagas derivadas de los rnonocultivosj a lo que se podría añadir otros fenómenos naturales, como los terremotos. Compárese lo sucedido en la crisis de esa época y posteriormente en 1982-83, 1987 o 1997-99 (véase la evolución del PIB en el cuadro8). En 1923 las exportaciones de cacao fueron de 643 mil quimales, en ! 924 de 663 III iI quin tales, en 1925 de 702 mil quintales y en 1926 de 447 mil quintales, caída aún mas dramática si se la compara con el monto de las ventas de cacao en los mercados internacionales en 1916: 1'079 .252 quintales. Cuando a partir de 1924 se produjo la recuperación de los precios; el Ecuador, por efecto de las plagas mencionadas, ya no estuvo en capacidad de recuperar el terreno perdido. El monto de las exportaciones, que en 1920 por primera vez superó los 20 mi llenes de dólares, se redujo a algo más de 9 millones en 1921, para luego de una ligera alza, volver a caer a 7,5 millones en 1923. La relación porcentual de las exportaciones de cacao en el monto global de ventas externas del país cayó de 77,3% en 1914 a 40,4% en 1918, para después incrementarse a 7 i ,3% en 1920; desde dicho afio cayeron las ventas de cacao a 29% en 1930_ Para completar el cuadro económico de crisis, el dólar, como era lógico esperar, se disparó de 2,25 sucres en 1920 a 5,40 sucres en noviembre de 1923: una devaluación de 140%; alcanzando un nivel promedio de 5,03 sucres en 1924 (véase el cuadro 2). Devaluación que permitía sostener al menos temporalmente la competitividad de la producción exportable ecuatoriana y que aumentaba la rentabilidad de los exportadores, El manejo económico de esos años trasladaba el peso del ajuste a los sectores mayoritarios, tal como ha sucedido más de una vez a lo largo de la historia republicana. Dicha devaluación se explica también por las presiones fiscales derivadas del servicio de la deuda pública. De esta manera, la terminación del auge cacaotero fue el resultado de situaciones producidas en el mercado mundial. Tal como sucedería en los años cincuenta y sesenta con el banano. y en los ochenta y noventa con el petróleo. Sin embargo, la crisis de los años veinte generó la época de más larga inestabilidad política y una recesión casi crónica, sin parangón por su duración en otras etapas de la vida nacional. El capital que se acumuló en la bonanza cacaotera no sirvió para diversificar cI aparato productivo, sino casi exclusivamente para ampliar el monocultivo y sostener el consumo suntuario importado. Otra de las manifestaciones propias tic las épocas de bonanza, piénsese en los años petroleros de la década de los setenta durante el siglo XX. Ya en la Memoria Anual del Ministerio de Hacienda al Congreso de 1923 se reconocía esta situación: "la causa primaria de todos esos fenómenos emerge del hecho de que producimos muy pocas mercaderías susceptibles de demanda exterior y consumimos, en cambio, muchos de producción extranjera" . Esta apreciación debería completarse reconociendo que tampoco se alentó la producción interna para satisfacer las necesidades de la mayoría de los ecuatorianos, puesto que tampoco existía la intención de desarrollar el mercado doméstico como punto de partida para una real estrategia nacional de participación en la economía internacional. Uno de los primeros efectos de la crisis del cacao fue el desempleo y la reaparición de formas precarias de producción, como la aparcería arrocera. La mayor pobreza fue su resultado inmediato. Ya la postre la miseria de las masas se transformó en una creciente protesta, en el marco de varias movilizaciones de grupos que pretendían reivindicar sus derechos y sus aspiraciones. Los reclamos laborales. artesanales y campesinos se sucedieron en el país, hasta desembocar en la huelga general y la masacre del 15 de noviembre de 1922, en Guayaquil. Mientras en el puerto principal se producía "el bautismo de sangre de la clase obrera", los levantamientos indígenas eran severamente castigados en la Sierra. Uno de los reclamos planteados por los sectores populares fue la baja del dólar y un esquema de control de cambios. Lo cual sería asumido por el gobierno, que se vio obligado a dictar varias leyes económicas, como la de Incautación de Giros -derogada en 1924-, al tiempo que lograba un acuerdo interbancario para impedir que el circulante continuara disminuyendo. Para hacer frente a los primeros embates de la crisis, ya se había conformado también una Asociación de Agricultores, que contrató créditos en 1917 y 1919 con el "Mercantile Bank of the Arnericas". En esos años, el manejo de la política económica, en especial los aspectos monetarios y financieros, recaía todavía en los bancos privados, muchos de los cuales mantenían la facultad para emitir billetes. La hegemonía del placismo, que cristalizó gran parte de las transformaciones liberales orientadas a debilitar el poder económico y político de la Iglesia terrateniente, consolidó el compromiso conseguido entre los exportadores de la Costa y los terratenientes de la Sierra. En consecuencia muchas transformaciones liberales quedaron en meros cambios en el papel, incapaces de afectar los mecanismos de producción serranos. En pleno gobierno del general Plaza, el gerente del Banco Comercial y Agrícola, Francisco Urbina Jado -conocido como "el gran elector" por su influencia-, ya controlaba, . directa o indirectamente, los nombramientos de presidentes, ministros, legisladores y decidía muchas de las medidas económicas que se dictaban: se vivía la hora Urbinajado. Con lo cual, las elecciones presidenciales se hacían simplemente por la "imposición y el fraude". La libertad cambiaría y financiera que había en el Ecuador de esos años era casi total. El gobierno central dependía de los créditos de las entidades financieras privadas, que a su vez controlaban el Poder político. Y la burguesía agroexportadora y financiera, esto es la bancocracia, detentadora de dicho Poder político, procuraba readecuar la política económica, buscando moldear la economía según las nuevas circunstancias, sin que se afectara el proceso de reproducción del capital; es decir, trasladando las pérdidas hacia las mayorías populares.


La crisis de la deuda
En este apartado sobre la Crisis de la Deuda lo que trataremos de hacer es entender un poco mejor el fenómeno de la deuda externa, la crisis de pagos que se produjo a comienzo de los 80`s y las repercusiones económicas de la misma sobre Ecuador. Para lo cual hemos elaborado una serie de indicadores. Y para entender mejor la situación en la que se encontraba Ecuador realizaremos una comparación de los indicadores con los de dos países que serán: Chile y Zambia.



EL BANANO IMPULSA E INTEGRA AL PAÍS

Al finalizar los años cuarenta y con más fuerza en la década de los cincuenta, la producción y exportación de banano -producto procedente de Asia, como el arra%.- rescató al país de la fase depresiva. Vino una nueva expansión que alentó las relaciones externas. A diferencia de lo que sucedió con el cacao, al ampliar las fronteras agrícolas a base de pequeñas y medianas fincas bananeras, posibilitó el ascenso de nuevos grupos de la sociedad y hasta el aparecimiento de nuevas poblaciones.

Pero una vez más, el detonante estuvo afuera: la demanda externa impulsó esta actividad que incidiría profundamente en la economía y sociedad ecuatorianas. A pesar de que ya en el país se habían presentado algunas compras de tierra por parte de empresas bananeras extranjeras en los años treinta y de que adicionalmente existía un cierto apoyo estatal para la producción de banano desde 1944, sus efectos tonificadores se sentirían recién al finalizar la década. El país disponía de varios elementos que favorecían la producción de la fruta, como sucedió antes con el cacao. Sin embargo éstos no eran suficientes para impulsar el auge bananero. Concluida la Segunda Guerra Mundial, se alentaron las exportaciones de banano aprovechando una serie de elementos coyunturales y estructurales que mejoraron sustantivamente las ventajas comparativas ecuatorianas. Problemas en las plantaciones bananeras de Centro América por la presencia del conocido como "mal de Panamá" y la sigatoka movieron a las empresas transnacionales a buscar nuevas fuentes de abastecimiento. Además, influyó la expansión significativa de la demanda especialmente en los Estados Unidos y Europa. Esto condujo al asesoramiento de la compañía Unitcd Fruit ofrecido al gobierno de Galo Plaza, entre 1948 y 1952. Esto se tradujo en una política que aprovechó IJ existencia de amplias zonas aptas para la plantación de banano, IJ disponibilidad de mano de obra barata y el apoyo gubernamental para la construcción de infraestructura. Al tiempo que se producían algunas transformaciones que permitieron recuperar los montos de exportación, deprimidos desde la crisis del cacao, se registraron algunos cambios cualitativos, reflejados en un fortalecimiento de los seetores comercial y financiero vinculados a las tareas agroexportadoras, Además, en 1950, se decretó una nueva devaluación que buscaba ampliar la competitividad de las exportaciones y, naturalmente, los beneficios de los exportadores. Con la participación estatal, se transfirió parte de los excedentes agrícolas hacia otras áreas de la economía, no directamente vinculadas a las agroexportaciones. Además, se produjo un incremento de las inversiones estatales en obras públicas que apoyaron la incipiente industrialización. El impacto del banano en la economía nacional fue mucho más profundo en términos nacionales que el generado 'por el cacao décadas antes: se amplió la frontera agrícola a nuevas zonas de la Costa. se expandió notoriamente la red vial y se produjo un mayor proceso de migración de la Sierra hacia la Costa, con un desarrollo acelerado de las ciudades y un cierto robustecimiento del mercado interno, a base de la expansión de las relaciones salariales, el aumento de la obra pública y la propia diversificación de la economía, así como por supuesto por la no monopolización de las actividades productivas, como sucedió en la época cacaotera.

También debió haber influido el mayor componente tecnológico incorporado en la producción bananera, que en las grandes plantaciones de cacao. Aunque siempre se mantuvo un modesto aporte de capital y tecnología: lo cual ha hecho que Ecuador mantenga índices muy bajos de productividad, comparado con la situación centroamericana. El país se transformó en el principal productor exportador mundial de banano especialmente debido a la generosa renta de la naturaleza. En el país, a diferencia de lo que sucedió en las plantaciones de Centro América, "predominaron las propiedades pertenecientes a colonos cuyo origen social, vinculado a ciertos estratos medios urbanos, era distinto de los tradicionales terratenientes cacaotcros". Así, en 1964, existían unas 3 mil propiedades bananeras, con una extensión promedio de 64 hectáreas. El aporte de plantaciones grandes no fue el determinante. Yen los años iniciales, los salarios de los trabajadores bananeros alcanzaron niveles superiores a los de cualquier otra actividad agrícola en el litoral. Las di versas etapas de intermediación en el camino de la fruta desde la plantación al puerto. si bien limitaron los ingresos de los productores sobre todo por el lado de los exportadores, permitieron una mayor apropiación de la renta bananera por parte de otros grupos. Lo cual. lamentablemente, no fue aprovechado para provocar los incentivos que habrían podido interrelacionar sistémica mente al aparato productivo orientado a satisfacer la demanda doméstica con el sector exportador. En este escenario no faltaron los conflictos, sobre todo entre productores y exportadores. que desembocarían en un importante movimiento campesino regional. Los exportadores de la fruta acaparaban el grueso de la renta bananera y los trabajadores y productores juntos apenas recibían algo más de la mitad del valor agregado nacional. Esto condujo a que todavía una parte de los recursos generados se invirtiera fuera del país: mientras que, en forma paralela, las fracciones comerciales y financieras de Guayaquil aumentaron su capacidad de apropiación y reinversión del excedente. Esta concentración de las exportaciones es una característica que se ha mantenido desde entonces: la United Fruit, la Standard Fruit, norteamericanas. y la Exportadora Bananera Noboa, de propiedad de uno de los mayores capitalistas ecuatorianos. concentraban en 1964 más del 50% de las exportaciones de banano y el 90% estaba en manos de no más de 8 empresas (Larrea 1991: 106). A principios de los años noventa, cuando surgieron dificultades con las barreras arancelarias de la Comunidad Europea contra el banano de América Latina y en favor de la fruta proveniente de sus ex-colonias y territorios de ultra mar, los señores del banano, aquellos cinco dueños de la suerte bananera del Ecuador controlaban el 87% de las exportaciones: Noboa (44, I %), Standard Fruit (17,2), Chiquita (13,7), Del Monte 0,8) y Banacol (4,2). Estos exportadores, en todos estos años, han estado relativamente cubiertos de los riesgos externos con la fruta proveniente de los pequeños y medianos productores, en tanto satisfacen el crecimiento de la demanda de banano y son los que asumen las pérdidas cuando el mercado se deprime. Por eso mismo no les ha preocupado en demasía la baja productividad, perversamente viable por los bajos salarios y por la producción extensiva de la fruta, garantizados por la disponibilidad de mano de obra abundante y por la existencia de tierras no "colonizadas", respectivamente. Además, estos señores del banano han sido reacios a reconocer los precios fijados para la fruta a los productores apenas se presentan dificultades en el mercado externo, mientras que tampoco comparten la renta cuando las cotizaciones suben. La estructura agraria de exportación, muchas veces de enclave, ha resumido la compleja evolución histórica del país, atado crecientemente al mercado mundial y que se recrea dependiendo de las diversas coyunturas de auge y crisis internacionales. En esos años del "boom" bananero, importante fue el aporte del Estado como ente planificador y constructor de obras de infraestructura para el fortalecimiento de I3s clases medias, aunque esto no implicó una perdida de hegemonía de la burguesía agroexportadora que siguió demostrando agi lidad y capacidad de acción para aprovechar las cambiantes coyunturas, así como para influir directa o indircctamente en el manejo de la cosa pública. Durante la bonanza bananera, el Estado aumentó notablemente el gasto e inversión, en especial destinado a construir carreteras que permitieron una mejor integración nacional; aquí se puede recordar la primera carreta asfaltada Latacunga-Quevcdo-Manra, construida en el tercer velasquisrno, a la cual seguirían una serie de obras de importancia en la COSlJ y la Sierra, así como otras entre estas dos regiones separadas por formidables macizos montañosos. Tampoco se puede olvidar Jos otros proyectos ferrocarrileros que se construyeron: a Bahía de Caráqucz, a Cuenca. a donde llegó el tren 50 años después que a Quito, yen 1957 el ferrocarril lbarra-San Lorenzo. También se construyeron puertos que facilitaron el t1ujocomercial; aquí sobresalió la obra del nuevo puerto de Guayaquil, que centralizó gran parte de las actividades comerciales; otros puertos modernizados durante el siglo XX fueron los de Manta. Esmeraldas y Puerto Bolívar, época en la que perdió importancia el puerto de Bahía de Caráquez. Igualmente se reforzó el sistema financiero para faci litar exportaciones y las mismas tareas de producción bananera. Hay que reconocer que se desarrollaron políticas que buscaban una participación más activa del Ecuador en la economía internacional: ampliando exportaciones e importaciones, al tiempo de garantizar el ingreso de las inversiones extranjeras directas. Sin que, lamentablemente, se haya diseñado y menos aplicado alguna propuesta estratégica consensuada y de largo aliento que habría permitido obtener mejores resultados. Paralelamente a la ampliación de las relaciones capitalistas en la actividad bananera, en el agro costeño se mantuvieron otras formas no capitalistas vinculadas a exportaciones significativas: cacao y café. Cosa similar sucedió con el arroz. Un factor para la mayor integración nacional estuvo en la dinarnización de la actividad agropecuaria en la serranía, donde la hacienda tradicional todavía se mantuvo como el eje articulador más importante. El Estado desarrolló políticas de apoyo técnico, suministro de abonos, proyectos de riego e introdujo mejoras de las razas bovinas. Sin embargo, el grueso de la oferta agrícola para el mercado interno, tal como ha sucedido a lo largo de la historia republicana, provenía de los productores campesinos, sostenida en gran medida por una reproducción ampliada de relaciones no capitalistas, muchas sustentadas en bases comunitarias, no capitalistas (Recuérdese las diversas instituciones de producción e intercambio indígenas: minga, maquipurarina, maquimañachina, rarui-ranti, uniguilla, uyanza, chucchina, ctc., cuya connotación y vigencia deberían ser analizadas y hasta recuperadas). La industria textil también sacó partido de esta situación a través de la importación de maquinaria moderna. Al finalizar la década de los cincuenta, se presentaron algunos problemas en el mercado internacional del banano, toda vez que sus términos de intercambio habían comcnza- . do a declinar en 1955. Estas dificultades alcanzaron su nivel más crítico en 1964 y 1965. Así, a partir de 1964. la balanza comercial volvería a ser deficitaria hasta 1971. En estos años, las empresas transnacionales, que controlaron una parte sustantiva de la comercialización del banano, mas no así su producción, volvieron a concentrar 'Ia atención de sus intereses en los países centroamericanos. Sus principales plantaciones registraron una notoria recuperación a partir de la introducción de una nueva variedad más resistente de la fruta; el banano ecuatoriano Gross Michel fue desplazado por el centroamericano Cavcndish (Chiquita). En ese momento volvió a pesar negativamente la ubicación geográfica del país para acceder a la costa este de los . Estados Unidos y a Europa. Si bien el Canal de Panamá permitió acortar las distancias, por su limitada capacidad y por su costo, es todavía un problema que tiene que afrontar el comercio exterior ecuatoriano. Con todos estos elementos históricos, es fácil comprender el proceso de migración registrado hacia la Costa. De la población del agro serrano seguía fluyendo el grueso ele la migración hacia las plantaciones bananeras; mientras que en esos años empezó la emigración de trabajadores azuayos a los Estados Unidos, en especial luego de la crisis de la producción de los sombreros de paja toquilla. En 1950, cuando se realizó el primer Censo de Población, un 40,5% de los 3,2 millones de ecuatorianos ya habitaban la llanura costera, donde se habían establecido las principales plantaciones de exportación. Yen 1962, cuando empezó a desfallecer el auge bananero, la población del país había crecido a un ritmo de 2,95% promedio anual, en el primer período intercensal desde 1950; llegando a una cifra cercana a 4,5 millones de habitantes; de los cuales un 47,5% se concentraba en la Costa. Es muy interesante constatar el ritmo ele urbanización del país a partir de 1950. La mayor concentración se dio en las dos urbes más grandes: Guayaquil y Quito, acompañada con el surgimiento vigoroso de ciertas poblaciones medianas de la Costa: Machala. Quevedo, Huaquillas y Santo Domingo de los Colorados. Si en 1950 solo 5 cabeceras cantonales de las 86 existentes tenían más de 20 mil habitantes (4 en la Sierra y una en la Costa), en 1990, en los 169 cantones existentes, este número subió a 31 ciudades (12 en la Sierra y 19 en la Costa), que además aglutinaban casi la mitad de la población nacional. Estos movimientos poblacionales hacia las ciudades, se explican por las presiones demográficas existentes en ciertas zonas más retrasadas del país y naturalmente por el incremento en las tasas de fecundidad, acompañadas con declinantes tasas de mortalidad, logradas por los esfuerzos realizados por el Estado para mejorar las condiciones sanitarias y de salubridad pública.

BOOM BANANERO Y RENEGOCIACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA


Contando con recursos relativamente abundantes que provenían de las exportaciones de banano, el Ecuador pudo dar paso a un proceso de renegociación de la deuda externa en 1953. Al concluir los años cincuenta, la deuda externa había crecido a 68,3 millones de dólares -poco más de 16 dólares por habitante- un incremento todavía moderado, que scguía ajustado a la limitada capacidad dc pago del país y al todavía escaso atractivo que tenía la economía ecuatoriana para el capital transnacional. Por ese entonces ya habían comenzado a aparecer los créditos de proveedores, en particular de los países "europeos que se habían recuperado de los efectos de la guerra y que buscaban la colocación de sus bienes y servicios, garantizando líneas de financiamiento a los países de América Latina. Y también arribaron algunas inversiones extranjeras en el sector financiero: en J 959 el Banco Holandés Unido y el First National City Bank: veinte y tres años antes ya se había autorizado cl funcionamiento del Banco de Londres y América del Sud Lirnited. Al finalizar los años cincuenta, en la estructura de los acreedores, el Eximbank y el gobierno de los Estados Unidos mantenían el grueso de la deuda, con un notorio aumento de los créditos del Banco Mundial y luego del BID, a partir de su creación cn 1960. Posteriormente entró en la escena, y con gran vigor, la Agencia Internacional de Desarrollo (USA ID), dependencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Las deudas antiguas todavía pesaban, pero con una participación decreciente. En el mes de agosto de 1955 el Ecuador suscribi6 un convenio con los Estados Unidos, por el cual el país le compraba excedentes de productos agrícolas cuya producción nacional era insuficiente para satisfacer la demanda. El valor de estas importaciones debía ser depositado en sucres, en una "cuenta dc los Estados Unidos en el Banco Central del Ecuador", y serviría, a más de apoyar la promoción del desarrollo nacional, "para ayudar al desarrollo de nuevos mercados de productos agrícolas de los Estados Unidos, para financiar actividades internacionales de intercambio educacional en el Ecuador y para otros gastos de los Estados Unidos en el Ecuador". O, dicho de otra manera, "para gastos de la Embajada Norteamericana en el Ecuador". Con este Convenio de Excedentes Agrícolas, que se fue renovando en los años subsiguientes, se estableció el canal para que el Ecuador comprara algodón, tabaco, aceite de semilla de algodón, aceite de soja y. sobre todo, trigo. Años después, la importación de estos productos ya comenzó a cobrarse en divisas y a términos comerciales normales, pero el Ecuador, entre tanto, aumentó su dependencia de la importación de trigo, al tiempo que fue dejando de lado posíbles productos sustitutivos o alternativos, y no desarrolló su producción triguera, que no resultaba competitiva frente al producto importado. Finalmente, a raíz del nuevo empuje Iondomonctarista impulsado desde 1982, en 1988 se suprimíó definitivamente el subsidio al trigo y, por lo tanto, a la harina y sus derivados. Una situación similar se vive con las ayudas alimentarías al inicio del tercer milenio, cuando en el Ecuador con el ingreso de una soja transgénica, que con el argumento de satisfacer necesidades alimenticias de los sectores más desprotegidos, se debilita aún más a los pequeños y medianos propietarios del agro, al tiempo que se afecta la seguridad alimentaria del país. En los años cincuenta, la contratación de los créditos seguía dominada por el gobierno central y otras entidades públicas, y era aún relativamente bajo el endeudamiento externo del sector privado. En esos años se priorizaron las inversiones en infraestructura que suelen tener un período de recuperación más lento y que fueron generando posteriores problemas para el repago de la deuda. Los requerimientos de un país como el Ecuador, volvían necesarias estas inversiones en obras básicas que, directa o indirectamente, también beneficiaban el modelo de acumulación y concentración existente, en cuanto fomentaban efectos externos en favor de la rentabilidad privada.

EL APARECIMIENTO DEL FMI
A inicio de la década de los sesenta, una vez más, el Ecuador sintió los efectos de su dependencia del mercado mundial. Muestra de ello es el descenso en las cotizaciones internacionales del cacao y el café, con una pérdida estimada en 40,7 millones de dólares en 1961, que alcanzó los 28 millones en 1962, ci Iras muy superiores a los ingresos de crédito externo. A lo cual se sumó la declinación de la bonanza bananera. El empeoramiento de la situación económica trajo también el agudizarnicnto de los problemas sociales. Los sectores populares fueron los primeros en sufrir el impacto de la crisis, produciéndose huelgas y reclamos, que culminarían en una masacre en Guayaquil, en junio de 1959, durante el primer gobierno Social Cristiano. El mismo que se empeñaba en mantener la fachada del progreso y de la democracia formal, con los mismos argumentos que tantas veces se han esgrimido a la hora de justificar la aplicación de medidas económicas aruipopulares. En estas circunstancias y para poder equilibrar los déficit externos y, como se afirmaba en ese entonces, para consolidar el sistema constitucional, se solicitaba préstamos internacionales. En realidad se quería aprovechar las crecientes disponibilidades financieras internacionales para enfrentar los retos planteados por las demandas de la sociedad sin aplicar medidas correctivas, que habrían tenido necesariamente que afectar la estructura de la tenencia de la propiedad en la agricultura y de la todavía incipiente industria, así como de otras áreas de la economía. En \958, el país se vio obligado a acercarse al FMI. Desde entonces, en la medida en que se agudizaba la crisis económica, con la consiguiente inestabilidad política, el Ecuador recurrió una y otra vez al apoyo financiero del FM 1, contratando nueve créditos contingentes o stand by, en junio de 1961, junio de 1962, julio de 1963, julio de 1964, julio de 1965, julio de 1966, abril de 1969, septiembre de 1970 y julio de 1972. El último de esta serie en julio de 1972, pocos días antes de que se iniciaran las exportaciones de petróleo. Solo diez años después, cuando el país estaba atrapado en una nueva crisis externa, en 1982, se retomó al FMI. No está por demás señalar que tras largos años de estabilidad cambiaría, que coincidieron con un período relativamente extenso de respeto al orden constitucional, la devaluación del sucre -que según el FMI debió haber sido realizada por el gobierno poncista- contribuyó a la desestabilización del gobierno velasquista, que fue derrocado. Desde entonces se viviría una prolongada etapa de inestabilidad política.



Inversión extranjera directa
Observamos en la tabla de datos que la senda que sigue la IED en Ecuador es estable, en comparación con los dos países con que se contrasta. Y como ya viene siendo habitual en los análisis es una vez más el petróleo el que dirige esta senda, ya que se encuentra dentro de la IED. Por otra parte nos encontramos con el caso de Chile que esta muy claro; con el golpe de Estado los inversores retiran su dinero, esto lo observamos con signo negativo desde 1973 al 1975 mas o menos, luego se coloca en valores positivos pero no es hasta el fin del golpe de estado cuando verdaderamente se aprecia un crecimiento de la IED vemos en el gráfico que en 1988-89 (fin de la Dictadura de Pinochet) es cuando hay un aumento significativo de la IED, esto nos permite ver que el dinero es "muy miedoso". En cambio Zambia con muchos altibajos, llega solo unos 20 años desde que se ha independizado y su situación política no ayuda a la económica existen recurso pero no inversión extranjera por las grandes inestabilidades políticas.


Industria Minera en Ecuador
La Industria Petrolífera como base de su desarrollo
El yacimiento más grande en producción del país estaría ubicado en la localidad de Los Encuentros, en la provincia oriental de Zamora Chinchipe. A pesar de que el descubrimiento se hizo durante el 2007, no fue sino hasta marzo de 2008 que se hizo público. "Este es un incentivo para seguir adelante con nuestro trabajo y un aliciente para impulsar el desarrollo minero de Fruta del Norte, y continuar en la búsqueda de nuevos yacimientos que permitan el crecimiento de la economía", apuntó el geólogo Jorge Lema, citado por el comunicado de la empresa minera estatal Petroleos del Ecuador. Aparte a esto, como miembro de la OPEP, Ecuador siempre se ha visto beneficiado de precios estables en sus exportaciones petroleras, aunadas con su ingente potencial de yacimientos de Gas Natural en la frontera norte con Colombia, que en el futuro le seguirán garantizando su independencia en materia energética, sin depender del exterior, y posibilitándole un mayor potencial de crecimiento económico. 

Minas de Oro de Nambija
El yacimiento de Nambija, es una mina aurífera en el caserío del mismo nombre, en Ecuador. Es el más grande y famoso yacimiento que la provincia de Zamora Chinchipe ha tenido. Se encuentra a 36 km de la ciudad de Zamora, a 2600 msnm. Para llegar a las minas de Nambija existe servicio de rancheras desde el barrio Namírez pasando por la parroquia San Carlos, viajar a este lugar es aventurarse a un encuentro con la naturaleza por sus hermosos paisajes y con la realidad minera de la provincia. Las montañas que las que se encuentran están surcadas por numerosas galerias y cavernas donde miles de cateadores emplearon métodos tradicionales de extracción, que causaron graves accidentes en los que murieron cientos de personas. Debido a la codicia del oro en la región se vivió un clima de impunidad alimentados por el auge de la criminalidad y la delincuencia.




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