martes, 12 de julio de 2011

TALLER # 1

Definición objetiva y subjetiva de economía.

Definición objetiva o marxista: La definición clásica de la corriente objetiva proviene de Federico Engels: “La economía política es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción, la circulación y el consumo de los bienes materiales que satisfacen necesidades humanas”
Definición subjetiva o marginalista: La definición clásica de la orientación subjetivista es de Lionel Robbins: “La economía es la ciencia que se encarga del estudio de la satisfacción de las necesidades humanas mediante bienes que siendo escasos tienen usos alternativos entre los cuales hay que optar”

Realizando un breve análisis de estos dos conceptos, diríamos que la escencia de la economía es producir bienes para que estos a su vez satisfagan las necesidades humanas dando a elegir a los consumidores los productos que se ajusten a sus correspondientes ingresos económicos.

Ramas de la economía.

Las ramas de la economía son 2:

Microeconomía: Estudio individual de los agentes económicos y su interrelación de ellos en el mercado.

Macroeconomía: Estudio de forma agregada de los agentes económicos a través de variables, macroeconómicos.



CARACTERISTICAS DE LOS HECHOS ECONOMICOS

Son actividades sociales que los hombres realizan para obtener los medios necesarios que satisfagan sus necesidades. Son hechos que se pueden medir. Son hechos que se refieren a la producción, cambio y consumo.

 
LEY ECONOMICA

Las Leyes Económicas son leyes científicas que expresan el modo en que se producen los fenómenos de la vida económica. Como toda ley científica una Ley Económica establece, básicamente, la relación entre dos o más conceptos, explicando de este modo la forma en que se producen los hechos.
Ello no significa que puedan preverse en su detalle concreto todos los procesos de los cuales se ocupa una ley: como sucede con las leyes físicas, por ejemplo, las Leyes Económicas tratan con abstracciones, con conceptos que tienen Valor teórico pero que nunca aparecen en su forma pura en la práctica; así como no existen, en el mundo cotidiano, triángulos perfectos ni vacíos absolutos, tampoco se encuentran en la práctica mercados de Competencia Perfecta ni Bienes públicos absolutamente puros.
Este hecho, totalmente aceptado en el caso de las ciencias de la naturaleza, ha traído no pocas confusiones en el caso de la Ciencia Económica, pues muchas personas pretenden negar la validez de sus leyes sobre la base del argumento falaz de que "la teoría no se corresponde con la práctica".
Lo que sucede es que la teoría nunca puede dar cuenta por completo de todos los factores particulares que se presentan de hecho en una situación determinada y debe ser considerada, por lo tanto, sólo como un Modelo abstracto capaz de aproximarnos a la comprensión de la realidad.
Otra fuente de confusiones muy frecuente es la que resulta de no entender la diferencia entre el plano fáctico, o positivo, y el normativo. En el primer caso hablamos de hechos, de lo que ocurre cuando, digamos, aumenta la Demanda o se diversifica la Oferta; en el segundo caso se postula un deber ser, una intención normativa de modificar o adecuar los hechos a determinados deseos o intenciones.
Una ley política que establece sanciones para un cierto delito o fija la forma de elección de un funcionario es, por lo tanto, una ley normativa, que nos dice lo que debe hacerse en determinada circunstancia.
Una Ley Económica es, en cambio, una ley fáctica, que plantea las relaciones que se establecen entre hechos, más allá de nuestra voluntad o de las posibilidades de cambiar esos hechos.
Es cierto que podemos intervenir en el mundo económico sobre la base del conocimiento de tales leyes: si se sabe que una Mercancía va a subir de Precio es posible anticiparse a ello y comprar una cantidad superior de la misma, del mismo modo que se puede, conociendo la ley de gravedad, construir una represa o fabricar un avión.
Estas Acciones humanas, sin embargo, para nada cambian la naturaleza de las leyes fácticas sobre las cuales se basan: más Bien al contrario, representan una expresión práctica de que tales leyes existen y funcionan en el mundo real.

continuará...



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